El tour a la Montaña de 7 Colores comienza con la recogida en tu hotel del centro histórico de Cusco entre las 04:00 y 04:30 a.m. En caso de alojarte en zonas alejadas o en un Airbnb, coordinaremos un punto de encuentro cercano. Debido a que muchas calles del Cusco son angostas, en barrios como San Blas el guía te indicará un lugar accesible para el recojo. Una vez reunido el grupo, partiremos a las 05:00 a.m. rumbo a Cusipata en un viaje de dos horas, donde disfrutaremos de un desayuno andino preparado por pobladores locales. Al tratarse de una comunidad alejada, las comodidades son sencillas, por lo que se recomienda evitar comidas pesadas antes de iniciar la caminata, ya que estaremos a más de 5,000 metros de altura.

Después del desayuno continuaremos durante una hora más hasta llegar al estacionamiento de Chillihuani, punto de inicio de la caminata. El trekking hacia la montaña dura alrededor de 1 hora y 30 minutos en ascenso, atravesando paisajes espectaculares con montañas de intensos colores y arroyos cristalinos. Si sientes que la caminata puede ser exigente, podrás alquilar un caballo a los pobladores locales por un costo aproximado de 70 soles.

Al llegar a la cima, alcanzaremos los 5,200 metros sobre el nivel del mar en la majestuosa Montaña de 7 Colores o Vinicunca. Tendrás tiempo para descansar, explorar y tomar fotografías inolvidables. Nuestro guía compartirá información sobre el origen y el valor cultural de este lugar, además de darte indicaciones para visitar el Valle Rojo de manera opcional. Si deseas mejores vistas panorámicas, recomendamos subir al mirador para capturar imágenes aún más impresionantes.

Posteriormente, iniciaremos el descenso de regreso al estacionamiento para abordar el transporte hacia Cusipata, donde degustaremos un almuerzo andino que repondrá energías después del recorrido. Finalmente, retornaremos a la ciudad del Cusco con llegada estimada a las 17:00 horas y descenso en la Plaza Regocijo o Plaza San Francisco. Esta experiencia te permitirá conocer uno de los paisajes más sorprendentes de los Andes peruanos, considerado por National Geographic como uno de los 100 lugares que hay que visitar antes de morir y hoy reconocido como el segundo destino más visitado en Cusco por viajeros de todo el mundo.